13 July 2014

La llegada de Valentina Capriolo. Herzogin von Haselhorst-Spandau.

En Berlín, una de las ciudades con más usuarios de bicicleta en toda Alemania, la venta y compra de bicis es la cosa más común y de todos los días. Biciclos van y vienen, de todos los diseños, tamaños, precios y colores.

A través de Internet, es como se consigue la mayoría, como por ejemplo por Ebay, pero también en Facebook, a través de varios grupos. Aquí, diariamente hay anuncios de vender, comprar, cambiar o hasta regalar, sólo hay que estar atentos a la publicación de anuncios y rápidamente contactar al informante, ya que hay muchos interesados; pareciera que, las bicis en vez de rodar,
¡vuelan!.
 

En mi caso, por varias semanas estuve esperando un anuncio de alguna bici que me gustara y que se adecuara a mi gusto, deseo y presupuesto; sin embargo, no llegaba. Entonces, un día, decidí escribir una publicación en uno de los grupos en Facebook, expresando que deseaba de todo corazón una bici para mujer chaparrita. A los días, recibí un mensajito privado de una chica diciéndome que tenía una bici guardada en un sótano desde hace un año, que si me interesaba, me envió una fotito, y al verla virtualmente, me pareció ideal para mí, se veía enterita y lista para poderla usar, que en realidad era lo más importante. Así que, quedamos en que iría por ella. 

En cuanto la ví, aunque el asiento estaba un poco alto, supe que era para mí: bici para dama, diseño "city", estilo retro; freno en los pedales, freno de emergencia enfrente y tres velocidades. Lámparita coqueta, que aveces prende y aveces no. Pero en realidad, pedalear en la noche, nunca ha sido mi gusto, así que no creo la vaya a necesitar. Además, la chica me dió una fundita para ponerle en el asiento para que descansen mejor las pompitas... 

Una bici
¡que me encantó! y que desde que está conmigo, hace un par de días, me ha hecho más feliz la existencia.  Es que de verdad, es una maravilla pedalear una bicicleta, son esos pequeños enormes placeres de la vida.

Como ya es costumbre personal de ponerle nombre a mis bicis, grandes e inolvidables compañeras de aventuras, esta amiga color amatista, se llama: Valentina Capriolo, ya que al parecer es de origen italiano. A su arribo a tierras berlinesas ha sido nombrada: Herzogin von Haselhorst-Spandau (Duquesa de Haselhorst-Spandau).
 
Valentina Capriolo, Duquesa de Haselhorst-Spandau en el primer paseo por su nuevo territorio. Aquí a la orilla del río Havel a un lado de las cerezas. Gracias por llegar a mí, compañera de aventuras. La pasaremos ¡de luuujo! :-D
  

  Gracias C.L.    :-)


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